Mis Angelitos♥

lunes, febrero 20, 2012

Cicatrices de Amor (Parte 7)

 Tres meses ya habían pasado de todo lo que en pocas semanas me habían vuelto loca.
Y ahora acá estoy, todos los que me conocen, todos los que creo me quieren me están buscando...
Intenté suicidarme un sábado de ese mes de Febrero a las nueva y media de la noche, y la única persona que me entendió fue Nicolas, no lo podía creer, yo pensé que Maty me iba a entender, pero no pude contarle, tenía miedo que le dijera a su papá y me tomaran como loca, y no tuve las agallas para decirle, espera a la medianoche para conectarme y  le dije todo a Nicolas, y nos escapamos, no sé como fue pero llegué a su casa y me estaba esperando afuera, caminamos y caminamos por no sé cuanto tiempo hasta que nos cansamos, y me largue a llorar, me dolían los brazos...
-Tomate esto-me dijo Nico, ya a esta altura de mi vida no me importaba nada, tenía mucha sed, me ardía la garganta creo, o no sé me sentía rara.
Lo tomé, era agua con no sé que para que me durmiera, y me dormí, ahí terminamos tirados durmiendo en una cancha de basquetbol de un barrio muy lejos de todos. No tuve miedo, pero me desperté por el llanto de mi hermanito, sentí que me necesitaba, muy angustiada con un dolor en el corazón y lo desperté a Nicolas.
-Boludo, tenemos que volver, quiero volver, volvamos-dije llorando, era horrible el dolor que sentía dentro de mi.
-Para!Te calmas!Por qué mierda queres volver? Me dijiste que necesitabas alejarte de todo, acá estamos alejados de todo, no me abandones en esta Lety-me decía mientras se calmaba....
Caí que a él también le pasaba algo.
-Que hiciste Nicolas?-le dije mientras me alejaba, sentía que algo malo pasaba.
-La pelotuda me dice que en la fiesta de Paula, nos pusimos en pedo y que tuvimos algo y ahora me sale con que esta embarazada-llorando desesperadamente.
Me quede helada, no me lo esperaba de él, en estos 5 meses que empezamos a hablarnos más me di cuenta que no era un chico chamuyero que le importaba todo un pedo, no él era todo lo contrario, y la otra lo manejaba y me daba bronca.
-Qué?-no pensé, se lo dije y me paré rápidamente.
-Leticia te juro que yo nunca hice nada, tengo 18 te crees que me voy a cagar la vida así? Es más yo ni la amo, no sé que hacer, tengo miedo. Me tenes que ayudar-me pedía de rodillas una solución.
En ese momento no sé que era peor si lo que hice yo, o lo que hizo él. Igual por alguna razón le creía que él no había hecho nada, decidí ayudarlo, me sentí una mierda de persona porque en ese momento no me importo ni Matias ni mi hermano.
Eran como las 10 de la mañana, estábamos cansados, nerviosos, sin saber a donde íbamos, nosotros seguíamos y nunca miramos para atrás. De alguna manera teníamos que escapar de todos los problemas, eramos unos cobardes de eso no nos quedaban dudas, pero nosotros dos nos entendíamos.
Muchas horas lejos de alguien que me quería, alguien que me daba de todo y alguien que era mi vida.
Nada me paró, el llanto de Nicolas me hizo seguir adelante con todo esto, no sé si estaba mal o bien, no me importaba quería escapar y él también, después ibamos a debatir que hacer con nuestras vidas, por ahora lo único que había que hacer era seguir adelante.
Sentía que mis cicatrices se llenaban de amor cada vez que me agarraba la mano, yo le sonreía y él, como si supiera que me encantaba, me besaba la frente.
Al mediodía decidimos parar a comer a una estación de servicio que había en la ruta, me dolían mucho los pies no podía más, y el sol hacía que me ardieran los brazos y las piernas. La gente me miraba con cara rara cuando entre a la estación de servicio, todos los brazos y las piernas rojas, sobresaltaban todas las palabras y me sentí avergonzada.
-Sentate, que te pido?-me dijo Nico
-Lo que comas vos esta bien-le dije sin dejar de mirar a las personas que me miraban y le sonreí
Me besó la frente y se fue a la fila. La televisión prendida y yo con un nudo en la garganta, porque sabía que Matias seguramente ya se había enterado de que no estaba en la casa y que algo había pasado, tenía miedo que nos reconocieran, pero nunca me arrepentí.

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